Quizá ahora que ya no siento amor, esté sola. Quizá el amor sin sexo de penita. Pero yo me quiero a mi misma, y me basto y me sobro para tener sexo conmigo misma, lo que no significa que le desee ningún mal a todos mis amores anteriores, ni a nadie, aunque uno de ellos haga todo lo posible por arruinarme la vida, darme palizas y malos tratos y en mi vida para mí, no pasara más que de ser un amor platónico que no permite, ni admite que le deje, que es celoso, que es posesivo, controlador y que hace todo lo posible porque sea una desgraciada, y por mi parte solo sea pasado, desde hace años, y del que huyo. Reclamo mis derechos. Mi derecho a la inviolabilidad de mi domicilio, de mis comunicaciones y de mi correo postal. Quiero mi derecho a la libertad de expresión, mi derecho a la intimidad, y a la privacidad, mi derecho a la imagen, y de mi imagen, mi derecho a la información, mi derecho a la propiedad intelectual, mi derecho a vivir mi vida como me de la gana, aunque sea sola, mi derecho a dormir tranquila y a PERMANECER SOLTERA, y de que no me casen en contra de mi consentimiento. Mi derecho a la dignidad, a la integridad física, a la salud y a conocer mis enfermedades por boca de los médicos, que no me informan, ni me informa mi familia, y tengo que saber lo que me pasa por ciencia infusa. Mi derecho a la educación pública y gratuita, mi derecho al trabajo, mi derecho a la no discriminación sexual (soy mujer y bisexual) , ni por motivos políticos, ni por forma de pensar, ni por motivos religiosos, soy atea y siempre lo seré, aunque alguna vez me deje caer por misa para comprobar que ni ardo al pisar una iglesia, porque no soy satanás, ni adoro al diablo, pero tampoco a Dios. Ni tengo que confesar ningún pecado más grave que el carnal conmigo misma, y por supuesto no a un cura, porque ni creo en la confesión religiosa, ni creo en redimir los pecados a base de rezos y de penitencias. Mi derecho a la vida, y a vivir una vida sin amenazas, sin bulling, sin miedo. Mi derecho a que me respeten allá donde vaya, mi derecho a que me valoren por mis ideas, por mis pensamientos, por mi trabajo, por mis ganas de luchar y seguir viviendo, mi derecho a que no me utilicen, ni utilicen mi cuerpo sin mi consentimiento, es decir, mi derecho a que no me violen, y a que no me discriminen ni como mujer, ni como una persona que lleva toda una vida luchando contra la enfermedad y por la salud, aunque me la nieguen, mi derecho a que se me valore antes intelectualmente que por mi cuerpo, que la verdad no creo que sea nada del otro mundo, soy una chica normal, con un cuerpo normal y una cara normal, que no está entre los cánones de belleza de 90-60-90, pero que se valora y se quiere, aunque muchos me desprecien, cosa que me trae al fresco, porque yo creo en la dignidad, en mi dignidad y en mi derecho a esa dignidad. Mi derecho a ser alguien en la vida, viviendo de su profesión, para la que lleva años formándose, estudiando, y trabajando en la misma, aunque ahora sea una simple becaria otra vez. Mi derecho a un salario digno. Mi derecho a una pensión de discapacidad digna pues la que tengo no me permite vivir, mis derecho a unos servicios sociales gratuitos, mi derecho a ventajas fiscales, mi derecho a descuentos o gratuidad en servicios públicos de educación, de actividades culturales y deportivas. mi derecho a descuentos en servicios de trasnportes. Mi derecho a tener amigos y a que se les respete. Mi derecho a que se respete a mi familia, aunque muchos de ellos sean los primeros en no respetarme. Mi derecho a no querer ser madre, a usar medidas de anticoncepción, para evitarlo, y a abortar si es necesario. MI DERECHO AL RESPETO. MI DERECHO A LA IGUALDAD. MI DERECHO AL RESPETO DE LA DIVERSIDAD. MI DERECHO A LA VIDA. MI DERECHO A LA LIBERTAD Y A NO VIVIR ESCLAVA, NI ESCLAVA SEXUAL, NI ESCLAVA LABORAL.
MIS DERECHOS.
http://www.un.org/es/documents/udhr/
www.amnestyusa.org/musicforhumanrights
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