Desde una viga del techo,aquel humano, cuyo karma de la vida anterior no le había llegado más que para convertirse en mosquito, observaba a su mujer.
Era verano, Ella dormía con un salto de cama y sin bragas, cómoda.
No lo pensó más y en un vuelo en picado se posó sobre su culo y alli absorbió su sangre con la única idea de volver a fundirse con ella otra vez.
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